Vino o caldo

Decir vino / Decir caldo

Aunque en más de una ocasión se haga uso de la terminología caldo, para definir un buen vino, son muchos los avezados en esta materia que opinan que en este caso, es mejor repetir la palabra por su nombre, tantas veces como sea necesario, antes de hacer uso de un sinónimo que crea y seguirá creando dudas, por su indefinición.

Si escudriñamos, si buscamos excusas, hallaremos referencias que podrían llevarnos a la confusión. Así, encontramos épocas en las se maceraban los vinos a altas temperaturas, dando como resultado un vino con muy poca acidez frutal y la gente lo solía tomar caliente, pero hacían lo mismo con la cazalla u otras bebidas, con el fin de quitarse el frío. Pero eso, tampoco convierte el vino en un caldo.

Y lo cierto es que la palabra caldo, da para reflexionar ya que esta relacionada con el caldero, nos recuerda a la sopa calentita, a dar calor al cuerpo en tiempos de frío. Si somos exigentes con nuestros matices, debemos aprender a deshacernos de malos hábitos, aunque algunos sumilleres y eruditos en la materia se hayan acostumbrado después de una cata, a decir; “un caldo inmejorable”.

Un vino con sabores afrutados, un vino con cuerpo, un vino elegante, nada tiene que ver con un caldo. El caldo es el líquido resultante de cocer o aderezar algunos alimentos.

Una de las plumas más doctas para interpretar este conflictivo significado, es sin duda, Caius Apicius, que en cierta ocasión comentó; No me importa lo que diga el diccionario en segunda acepción que caldo es el jugo vegetal, especialmente el vino. En este terreno de la gastronomía, se incurre en una infinidad de barbaridades y numerosas inexactitudes.

Decir vino, es lo correcto.

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Publicado el: 12 de abril de 2018