Este tipo de alimento proporciona al cuerpo vitaminas y minerales requeridos para mantenerse activo.
Buscar dietas balanceadas y acudir a porciones alimenticias que permitan controlar la ansiedad de comer han hecho que los frutos deshidratados estén en el punto de mira.
Aunque su función inicial fue la de demorar el periodo de descomposición de frutas y verduras, en la época neolítica, cuando los humanos empezaron a desarrollar la agricultura, hoy en día la deshidratación también es una alternativa para incorporar las frutas –y todos sus nutrientes– a la alimentación, incluso como merienda durante la jornada diaria.
Si bien pasan por un proceso en que se les extrae el agua, esta clase de frutas no pierden sus vitaminas y minerales. “Contienen grasa buena como el omega 3 y el 6. También proporcionan vitaminas E y C, que son antioxidantes y ayudarán al cuerpo a la circulación y actuaránn contra el envejecimiento. Además según los expertos, previenen algunas enfermedades degenerativas, como el cáncer, mejoran la digestión y aportan zinc. Ese último nutriente permite abrir el apetito y protege la salud del colon”, dice la experta.
El sabor dulce suele aparecer cuando las frutas se deshidratan con almíbar, una de las tres técnicas que se utilizan generalmente para optimizar estos productos. “Esto es un punto para tener en cuenta porque la gente muchas veces no puede consumirlo dulce.
A través de la liofilización, la fruta llega a temperaturas de 196 °C bajo cero sin perder la textura ni los sabores que la caracterizan, al contrario de lo que podría pasar en ciertos casos con la deshidratación con calor.
Esta clase de frutos tienen varios usos culinarios. En un principio, formaban parte de muchos platos típicos de la época navideña. Sin embargo, cada vez se los está incorporando en más recetas que se consumen en el día a día, pues en la actualidad se sabe de su gran aporte nutricional y sus efectos beneficiosos en la salud.
Además, al convertirlos en aperitivos y bocados para las meriendas, suelen controlar la ansiedad, que afecta al apetito.