Tal vez la escoba sea uno de los objetos más usados a diario desde que se tiene constancia que se inventó.
Para ello tenemos que remontarnos al Renacimiento, donde aparecen bocetos sobre ciertos prototipos, anteriores a la escoba actual. Un manojo de ramas agrupadas y atadas sin palo, se hacía servir para barrer.
Bastantes años después es cuando se perfecciona este elemento, en torno al siglo XIX, cuando La Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo, más conocidos por los “Shakers” un grupo de religiosos ligados a los cuáqueros, asocian este artefacto al hecho de expulsar o barrer los males, divinos o humanos. Y es la primera vez en la que aparece el palo y en el otro extremo un manojo de ramas.
Este utensilio ha experimentado algunos cambios a través de la historia y elementos similares se han usado para la función de barrer, tal vez el más significativo es que las ramas se han sustituido por fibras plásticas, sintéticas y naturales y que en la actualidad y tras años de que hubiese artesanos que elaborasen este instrumento, ahora son grandes multinacionales las que se ocupan de hacerla llegar al mercado.
Con este instrumento familiar que se fabrica en numerosos formatos, planos o redondos, se llevan a cabo un sinfín de trabajos de limpieza, en los hogares y en la industria, tanto en el interior como en el exterior, paredes, techos, calles, plazas, etc.
Tiene una vida útil muy relativa, dependiendo del uso. Puede ir de dos meses a seis meses.
Conviene destacar el uso de materiales para la elaboración actual de las escobas. Hay empresas que fabrican escobas exigiéndose el uso de materias primas que no contaminan el medio ambiente y se autodestruyen con el paso del tiempo, productos ecológicos y renovables que se descomponen en materia orgánica.
El palo es de procedencia vegetal y de árboles perennes. Árboles que al año ya habrán producido nuevos rebrotes. El tamaño del grueso es aproximadamente del dedo pulgar. Para amarrar se emplearán alambres desechables de neumáticos, o bien bejucos, o núcleos de transformadores y motores eléctricos quemados.