“Ensaïmada” de Mallorca.
Para encontrar las primeras documentaciones que se refieran a la ensaïmada, tenemos que acudir a escritos del siglo XVII, en donde se indica que este producto se elaboraba con motivo de celebraciones o actividades festivas.
La “ensaïmada” de Mallorca está considerada un elemento fundamental en la repostería de la isla y sigue conservándose como un producto típico y artesanal. Es un alimento conseguido con harina de fuerza, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo (de ahí el nombre en catalán de Mallorca, “saïm”, (la traducción en lenguaje español podría ser; enmantecada o mantecosa)
Esta masa azucarada, posteriormente se fermenta y se hornea.
Como producto típico tradicional en la actualidad es posible que sea el más emblemático y representativo. No se entiende una visita a Mallorca, sin probar, sin comprar, una «ensaïmada». Es habitual ver en las zonas de embarque del Aeropuerto de Palma a mucha gente cargada con cajas de «ensaïmadas» y numerosas cantidades de ellas salen a través de transportistas con diferentes destinos.
Las de tamaño pequeño forman parte del desayuno, acompañando el café matinal de una gran parte de la población o bien por las tardes del verano para tomarlas con un helado de almendra o avellana. Las más grandes se adquieren envueltas en papel si son para consumo del día o bien envasadas en cajas de cartón sin son para viajar. Estas, van provistas de un precinto de garantía, amparadas por una etiqueta de Indicación Geográfica Protegida (IGP) que emite y controla el Consejo Regulador.
Y hay que aclarar que hay unas variantes en la referida IGP. Las «ensaïmadas» denominadas lisas y las rellenas de cabello de ángel, son las únicas que existen bajo ese apéndice. En las demás variaciones que se han ido incorporando como las rellenas de crema, de crema quemada, de chocolate (crema de cacao), nata, turrón, sobrasada y calabazate (conocida como de tallades). Existe una «ensaïmada» individual de las que hemos denominado pequeñas (unos 20 cm.) cubierta de crema pastelera y de mucho consumo.
La población argentina de San Pedro fue declarada la Capital Nacional de la Ensaimada Argentina. Fueron los inmigrantes mallorquines y baleares quienes la hicieron común en las costumbres de aquel lugar y hoy día es un apreciado dulce, con algunas variaciones como por ejemplo la incorporación de anís y sésamos.
En Puerto Rico el nombre de la «ensaïmada» es desconocido, aunque sea un lugar de mucho movimiento de este producto. Allí se le llama “mallorca”. Al igual que en otros países de Latino-américa fueron los inmigrantes mallorquines y baleares quienes introdujeron la elaboración de este manjar. Se consumen con azúcar en polvo y se hacen también emparedados de jamón y queso, incluso a la plancha. Nueva York, Miami, Orlando, son ciudades en las que la concentración de puertorriqueños hace que las “mallorcas” sean también muy consumidas.