El paraguas
Una leyenda china relata que una joven llamada Lu Mei, había retado a su hermano a idear o inventar algo para protegerse de la lluvia. La misma noche del desafío Lu Mei construyó un artefacto con un bastón del que pendían varillas de bambú que había cubierto de tela. Aunque otras leyendas dicen que el paraguas más antiguo conocido fue hallado en China al descubrir la tumba de Qin Shihuang, rey del estado chino del año 247 hasta el 221 a C. Su carruaje atado a unas esculturas de terracota, están cubiertas por un paraguas.
La Ruta de la Seda propició la comercialización del paraguas, desde Asia hasta Europa se fue extendiendo su uso. Las culturas antiguas, como la romana, la egipcia o la griega elaboraban parasoles con diferentes materiales, así cuando llegaron los chinos se encontraron que su invento ya se había extendido.
Durante varios siglos y tras la caída del Imperio Romano, desapareció hasta que, a finales del siglo XV, vuelve a resurgir su uso en Francia, aunque en este caso fue la princesa Palatina quien lo utilizó como objeto de lujo, imitado inmediatamente por la corte y la aristocracia.
En 1823 un químico escocés llamado Charles Macintosch mostró el primer paragua impermeable que tuvo una incierta aceptación ya que su fuerte olor a caucho producía cierto rechazo.
A lo largo de la historia sucede que ciertos inventos son utilizados en primer lugar por ciertas clases sociales. También sucedió con el uso de este artefacto ya que tuvieron que pasar varios siglos hasta que paraguas y parasoles fueran utilizados como objeto común en todas las clases.
Hoy en día se fabrica con numerosos materiales y de distintos tamaños, desde el más económico hasta algunos considerados como objetos de verdadero lujo.
Algunas curiosidades:
El 10 de febrero, se conoce como el día mundial del paraguas.
Existe una pintura del siglo XVI que se considera una de las primeras apariciones de paraguas en una pintura. Se trata de la obra de 1530 llamada ‘Madonna dell Ombrello’ de Girolamo dai Libri en donde se puede apreciar a la Virgen María protegida por una sombrilla sostenida por un querube.
Un filántropo inglés llamado Jonas Hanway que vivió en el siglo XVIII, es señalado como el primer hombre en atreverse a salir a la calle con un paraguas en Londres. A pesar de que en esta ciudad el clima, exige salir preparados para las inclemencias, los paraguas no se usaban como hoy en día y mucho menos por un hombre. Hanway fue duramente criticado por la sociedad por usar lo que él llamaba «techo portátil», pero se sabe que él no cejó en su costumbre y pronto el uso se extendería por toda la ciudad.