Consultadas diferentes fuentes, haremos referencia a una de las plantas que dispone de infinidad de apuntes a lo largo de la historia y que en la actualidad despierta el interés de la comunidad científica.

En el siglo I d. C.,  un médico y botánico griego llamado Dioscórides, ya mencionaba las virtudes afrodisíacas de la ortiga, así como anti-inflamatorio o como activo contra los trastornos intestinales.

Son numerosas las veces que el filósofo y griego Hipócrates nos remite a la ortiga como elemento de poderes curativos.

Escritos del médico persa Avicena, corroboran al igual que naturalista romano Plinio el Viejo, este uso.

La ortiga

 

La planta de la ortiga se usa con fines medicinales.

Desde la antigüedad, se ha constatado que tiene propiedades terapéuticas que fortalecen nuestras defensas y tiene numerosos aportes nutritivos. Existen distintas formas de ingerirla, pero una de las más prácticas y corrientes es tomando infusiones con las hojas.

 

La ortiga contiene minerales, oligoelementos, vitaminas, flavonoides y otros ingredientes activos naturales.

Tomar té de ortiga se ha convertido en una sana costumbre que influye en aligerar el funcionamiento de parte de nuestro organismo, ya que sus propiedades astringentes ayudan a mejorar el sistema respiratorio. La salud de nuestros pulmones se ve beneficiada cuando sufre situaciones de bronquitis, asma o neumonía.

 

El té de ortiga se emplea como tratamiento natural para aliviar problemas de anemia, para las alergias de piel, teniendo en cuenta que si tomamos esa infusión nos aporta calcio, hierro, magnesio y vitamina C.  También contribuye a beneficiar el funcionamiento de los riñones, a la desintoxicación del hígado y a estimular el sistema linfático, a tratar las molestias de las articulaciones, contribuyendo a la eliminación del ácido úrico.

Son tantos los valores nutricionales de esta hierba que es particularmente conocida por sus propiedades remineralizantes, diuréticas, efectos tónicos y actividades depurativas y está considerada como una de las más recomendadas como remedio natural.

No obstante, previamente a tomar cualquier decisión, se recomienda siempre la consulta a un profesional de la salud.